El mundo está atravesando una profunda transformación desde todo punto de vista: medioambiental, social, económico, científico, tecnológico y espiritual. Ahora bien, ¿cómo podemos acompañar este cambio y darle sentido? ¿Cómo queremos vivir personal y colectivamente? ¿Cómo podemos tender hacia la construcción de sociedades y economías más sostenibles, inclusivas y equitativas?
Hoy quisiera abordar el tema del druidismo con Mona Braz, cuyo discurso es decididamente ecológico y espiritual, y la cuestión del aporte de esta Tradición en la gestión de las crisis ecológica y antropológica contemporáneas. Consejera regional de Bretaña, responsable en varios organismos públicos bretones, alcaldesa auxiliar de Guingamp hasta 2020 y miembro desde 1985 del Gorsedd de druidas, bardos y ovales de Bretaña (la más antigua fraternidad druídica hexagonal), Mona no solo es una mujer polifacética. De sólidas convicciones y fuerte compromiso, transmite y comparte sus conocimientos y experiencias con pasión, generosidad, humor y de manera didáctica. Evoca, hoy, la evolución de esta filosofía de vida en este período de derrumbe de las estructuras, instituciones y valores.
¿Por qué sabemos tan poco acerca del druidismo? Rodeado por un aura de misterio que despierta curiosidad, la imagen del druida se asocia a menudo y, por desgracia, con la de un mago «chamánico», al igual que la figura de un Merlín distorsionado. Una «folclorización» que sin duda promueve la identidad cultural y lingüística de los pueblos concernidos pero que, por otro lado, conduce a una vulgarización simplista, deformada y artificial.
¿Qué es el druidismo? ¿Y el neo-druidismo? ¿Una filosofía de vida? ¿Un fenómeno cultural? ¿Un sistema vivo? ¿Una espiritualidad ecológica? El druidismo, cualquiera que sea su definición, nos recuerda que, poco a poco, nos hemos ido separando de lo sagrado y, por lo tanto, de una parte de nosotros mismos y que es urgente fomentar un proceso holístico para la resiliencia de la naturaleza y de la humanidad. El druidismo también remite al culto de la Gran Diosa, que estuvo muy presente en el período neolítico antes de desvanecerse gradualmente ante la preeminencia del modo de vida patriarcal y los monoteísmos.
Debido a la transmisión oral de la Tradición, el druidismo está desprovisto de textos sagrados (como los Vedas o los Upanishads, de origen indoeuropeo) 1 así como de escritos dogmáticos fijos. Sin embargo, gracias a los que nos han llegado (Tríadas, Mabinogion, etc.), el druidismo histórico evita el escollo de una ruptura total con el druidismo contemporáneo. Conserva, por esta misma razón, una conexión con el mundo de la Tradición y del misterio, al no existir la clase sacerdotal que encarnaba. Al igual que el agua –un elemento espiritual y simbólico–, el druidismo ha continuado explorando la naturaleza sagrada de los seres vivos, las relaciones entre humanos y seres vivos, entre humanos y dioses y diosas, entre humanos y el tiempo. Ha llegado el momento de acelerar el proceso de concienciación medioambiental y de considerar a la Tierra como una entidad de derecho propio que hemos de respetar y proteger.
Mujer política, druida pero también profesional en los ámbitos de la psicogenealogía, la astrología, el coaching… ¿Cómo armonizas todas estas facetas?
La respuesta está en la pregunta: son facetas de una misma persona que se realiza llevando una vida a la vez familiar, relacional, política, espiritual, profesional sin que ninguna se oponga a las otras. En cuanto al tiempo de Cronos, es cierto que vivo sin televisión y no me llaman la atención todas estas distracciones que, valga la redundancia, distraen a costa de este valioso tiempo del que disponemos en cantidades limitadas en cuanto a horas, noches y días.
No importa lo que quieras hacer en tu vida, todo requiere tiempo: formar una familia, vivir en pareja, criar y educar a tus hijos, vivir el amor, la amistad y las relaciones familiares, cuidar de tus padres cuando envejecen, meditar, contemplar, caminar, hacer jardinería, cocinar, leer, trabajar, instruirse, formarse, militar… La pregunta es: ¿a qué le dedicamos nuestro tiempo? ¿Hasta qué punto nos sentimos comprometidos en nuestras vidas?
¿Qué proceso te ha llevado a convertirte en druida?
Siempre he tenido mucho interés por las cuestiones religiosas y luego espirituales. Nacida en Bretaña en 1956 en un momento de su historia en el que la Iglesia aún estaba muy viva, me sumergí en este ambiente de catolicismo bretón alegre y muy colorido. Luego, esta Iglesia dejó de responder a mis preguntas existenciales (encontré más respuestas en los autores griegos) y me interesé por el Gorsedd de los druidas, bardos y ovales de Bretaña. Tenía ansias de una espiritualidad abierta como contrapunto a una religión patriarcal que juzga, a pesar del culto mariano. También me atraían mucho la mitología, el simbolismo, la Cábala y la alquimia. Tuve la oportunidad de conocer al ambientalista René Dumont2 en 1972, cuando estaba en el instituto, y en aquel momento, llegué a la convicción de que la ecología solo podía ser espiritual. Conocía a algunos amigos druidas y había asistido a una ceremonia abierta. Para entrar en el Gorsedd (hermandad de druidas) tienes que estar patrocinado por dos druidas y hacer que tu candidatura sea aceptada por el Poellgor (el Consejo alrededor del Gran Druida). Después, debes hacer un año o dos años de noviciado antes de la iniciación.
¿Puedes explicarnos cómo funciona el Gorsedd, el lugar que ocupa la ritualidad y las enseñanzas básicas del druidismo?
La vida ritual de los miembros del Gorsedd de los Druidas se organiza en torno a los cuatro grandes festivales celtas, celebrados en la naturaleza: Samain el 1 de noviembre, Imbolc el 1 de febrero, Beltan el 1 de mayo y Lugnasad el 1 de agosto. Solo Lugnasad está abierta al público. También participan delegaciones de druidas y bardos de Cornualles y Gales para celebrar el momento simbólico de la reunión de las dos partes de la espada dividida en dos. Esta unión representa a la vez la unión de los pueblos celtas continentales e insulares, y la del hombre reunificado, del hombre unificado consigo mismo y con el Universo. La tríada básica de los druidas es: «Honra a los dioses, no hagas mal y sé valiente» y otra dice «Amor, poder y sabiduría».
Existe también una antigua tradición que todos podemos introducir en nuestra vida: se trata del uso de Gourdezioù o Doce Grandes Días, que sirve para predecir el futuro en los próximos doce meses. Por lo general, el recuento comienza el 19 de diciembre y se extiende hasta el 31 de diciembre. Cada uno puede tomar nota de los elementos cotidianos de estos días singulares y sacar conclusiones de estos presagios.
¿Por qué sabemos tan poco acerca del druidismo?
El conocimiento acerca de los celtas y los druidas, hasta entonces solo basado en los textos escritos de los romanos y los griegos, era al mismo tiempo incompleto y sesgado. Sesgado, porque los textos que nos han llegado son paradójicos, contradictorios y escritos por los colonizadores romanos con el objetivo de calificar a los celtas como pueblos bárbaros, toscos y violentos, y al druidismo como religión que practica el sacrificio humano. E incompleto porque los druidas conocían la escritura y los alfabetos griego, fenicio y ogámico 3, pero se negaron como los pitagóricos a traspasar sus conocimientos a la escritura.
Por tanto, los dioses celtas no hablaban. Sin embargo, las escrituras fueron inventadas y usadas en civilizaciones donde los dioses eran antropomórficos y hablaban. Los druidas, que tenían conocimiento y contacto con los dioses, no tenían entonces ningún motivo para transcribir, al lenguaje de los hombres, un lenguaje de dioses que no hablaban. La civilización celta que dominó la Europa actual y gran parte del mundo indoeuropeo, tan solo se basaba en la escritura para los actos y transacciones de la vida diaria. Esta civilización tomó la decisión, por razones metafísicas, de no otorgar a la escritura un carácter sagrado. No se trataba de fijar una doctrina viva con la escritura, porque se hubiera convertido en dogma, sino de transmitir oralmente una Tradición.
¿Cuáles son las características de un druida?
El druida histórico puede compararse con el brahmán de la antigua India. La palabra «druida» proviene del sánscrito dru-wid-es, cuya raíz es «veda» que significa: visión, verdad y conocimiento denso y verdadero. El druida y su compañera, la mujer druida o druidesa, forman la clase sacerdotal de los nemetes, los que son «sagrados». Con este término nos referimos a todos los miembros de la clase sacerdotal, sin distinción de especialización o jerarquía.
El término druida es también un término general, ya que se refiere a dicha categoría sacerdotal. Entonces el druida, como sacerdote y mago, es el intermediario entre dioses y hombres y hace sacrificios a los dioses: sacrificios simbólicos como plantas (el ritual de recolectar muérdago es el ejemplo más conocido) y libaciones (soma: hidromiel y cerveza) preparadas en calderos especiales o sacrificios sangrientos de animales y más raramente de humanos (prisioneros o condenados a muerte, incluidos reyes que habían fracasado en su misión). Aconseja al rey, a los guerreros y está especializado (mago, poeta, profeta, científico, geómetra, adivino, astrónomo y astrólogo, investigador, diplomático, docente, mediador, meditador, médico). Hay tres niveles en la medicina druídica: encantamiento, natural (plantas, agua, cabañas de sudor) y quirúrgico. El druida es el protector de la comunidad contra las fuerzas invisibles u ocultas mientras que el guerrero o señor es el protector contra las fuerzas visibles o tangibles.
Gracias a los avances posibilitados por la filología, la arqueo-civilización, los descubrimientos arqueológicos interpretados a través del prisma de la mitología y la antropología, sabemos que los antiguos druidas frecuentaban a los pitagóricos, brahmanes, magos y budistas.
Para ti, detrás de la imagen engañosa del politeísmo, proporcionado por el rico panteón celta, no se esconde el monoteísmo sino el monismo. ¿Qué es el monismo?
Es la visión del mundo según la cual la Mónada esencial, que etimológicamente significa «unidad», está presente en todo. Es la Unidad perfecta que es el principio absoluto de todas las cosas creadas. Esto implica que no hay un «Dios» exterior al mundo manifestado, sino que el principio divino está presente en toda la creación, en toda manifestación: el Todo está en todo y todo está en el Todo sin ruptura. El hombre, por tanto, no está fuera y por encima de la naturaleza, es un elemento de la Naturaleza en la naturaleza. La Mónada es la Unidad primordial que es al mismo tiempo el principio, la fuente y la manifestación en toda su diversidad. Esto explica por qué para los celtas la naturaleza era sagrada. Para ellos era impensable adorar imágenes fijas que supuestamente representaban a las diosas y a los dioses mientras éstos estaban presentes en todo lo creado. El cristianismo ha definido una visión del mundo en la que un Dios creador es exterior a su creación. Un mundo en el que el hombre está fuera y por encima de la naturaleza, siendo el único ser de esencia divina.
Como la naturaleza ya no tiene un carácter sagrado, el hombre puede maltratarla y sobreexplotarla, comportarse como un violento depredador, a pesar del mensaje de santos como Francisco de Asís que llamaba a los animales y pájaros «hermanos» y «hermanas» porque consideraba que pertenecían al mismo rango que todas las creaciones divinas, al igual que el hombre.
Este deseo de reconciliar a la humanidad con todo lo creado vuelve a cobrar protagonismo con la ecología, el feminismo y la educación ante los retos del cambio climático para el futuro de la humanidad en la tierra. Por tanto, podría decir que el druidismo, hoy en día, es a la vez una filosofía de vida, una visión del mundo, una confianza en la vida, una conexión con todos los seres vivos.
¿Qué es el neo-druidismo hoy?
Las fraternidades druídicas actuales son tanto movimientos culturales y filosóficos como movimientos de culto: celebración de los cuatro grandes festivales celtas; forma moderna de espiritualidad que promueve la armonía con la esencia sagrada de la Naturaleza y del Cosmos; celebraciones de bodas y «bautismos» druídicos en la naturaleza, funerales, consagraciones de lugares de la vida… Esta gran diversidad va desde los movimientos más sólidos y arraigados en la historia y la Tradición hasta los más disparatados, incluyendo los pseudo-druidas autoproclamados, a veces charlatanes o sectarios. Nos incumbe a todos estar atentos.
Las sociedades druídicas actuales se dividen en grupos que afirman pertenecer a la tradición celta desde la reestructuración del druidismo por John Toland en 1717, en Londres; grupos que pueden describirse como esotéricos, grupos paganos y, finalmente, grupos de neo-cristianismo celta. Actualmente en Bretaña, además del Gorsedd de Bretagne, que cuenta con unos 500 miembros, hay más de un centenar de «bosques druídicos» más o menos organizados y oficiales y vinculados con las raíces de una espiritualidad reivindicada.
¿Es comparable con el chamanismo que también aboga por la armonización a través de la reconexión con la naturaleza?
Los druidas se acercan más a los brahmanes de la antigua India y a los pitagóricos, hermetistas y gnósticos que a los chamanes. Sin embargo, las convergencias son indiscutibles en las dimensiones de la medicina mágica (donde es necesario invocar a dioses, espíritus y genios) y natural (plantas, agua y cabaña de sudar), así como en el conocimiento de que todo está en el Todo.
Recordemos que el chamanismo fue primero víctima de la demonización, luego del desprecio y, hoy de esta forma de turismo pseudo-espiritual que exime a los occidentales -en busca de experiencias exóticas- del largo proceso de iniciación que puede durar décadas antes de llegar a la Realización. En efecto, aquellos occidentales, tras una estancia en sus comunidades se consideran iniciados y portadores de una tradición que apenas han rozado.
Desafortunadamente, tanto en el neo-druidismo como en el neo-chamanismo, estamos asistiendo a una explotación comercial de lo que se convierte para algunos en una oportunidad económica que responde a las expectativas de un público en busca de sentido para sus vidas .
Las comunidades indígenas latinoamericanas, entre otras, también consideran al agua como un elemento sagrado y una entidad viva que alimenta a la Madre Tierra. ¿Cómo concienciar a nuestras sociedades sobre esta dimensión espiritual para alejarse de una visión puramente mercantilista?
Las cosas están evolucionando pero demasiado lentamente para mi gusto. Si hacemos una retrospectiva de los avances frente a la amplificación del daño ambiental humano en el ecosistema, podemos destacar las fechas siguientes:
*2008: Ecuador se convierte en el precursor del derecho ambiental al adoptar una nueva Constitución que reconoce los derechos inalienables a la Pacha Mama (la Madre Tierra) convirtiéndola de esta manera en sujeto de derecho que debe ser respetado e incluso reparado en caso de daños.
*2011: Bolivia aprueba la «Ley de la Madre Tierra» que establece once derechos fundamentales para la naturaleza, incluido el derecho a vivir y existir.
*2017: Nueva Zelanda otorga, a petición de los Maoríes, el estatus de entidad viva dotada de personalidad jurídica propia, con todos los deberes y derechos correspondientes, a los ríos y bosques. Un estatus legal inédito que permite defender la naturaleza ante los tribunales.
*Marzo 2017: el estado de Uttarakhand, en el Himalaya, decreta que el río Ganges y su afluente el Yamuna tienen los mismos derechos que los hombres.
Buenas noticias seguidas luego de malas noticias que muestran el peso absurdo de las multinacionales y de los lobbies. En 2014, por ejemplo, cuando se ordenó a la petrolera Chevron-Texaco pagar una multa récord de 9.5 mil millones de dólares a Ecuador por daños cometidos en la selva amazónica de 1964 a 1990, la Corte de apelaciones de Nueva York rechazó tal dictamen. El 7 de julio de 2017, la Corte Suprema de India revocó la decisión judicial del estado de Uttarakhand, declarando que este nuevo estatus no sería «legalmente viable» mientras que las aguas del Ganges, que alimentan a más de 500 millones de personas, estaban 3000 veces más contaminadas que las recomendaciones de la OMS.
Desafortunadamente,los demás estados del planeta no parecen querer seguir esta línea y reconocer legalmente los ríos, bosques, montañas, paisajes, océanos, etc. A falta de una dimensión sagrada, la perspectiva legal podría proteger al planeta Tierra de la depredación del ser humano.
¿La actual crisis ecológica marca el fin de estas dos visiones antagónicas?
Lamentablemente no… Seamos realistas. Estamos asistiendo a una división entre los que son conscientes de que nos vamos a estrellar pronto contra un muro y actúan en su vida diaria para reducir al máximo el calentamiento global, y los que continúan como antes, bajo la lógica de «después de nosotros, el diluvio». Y tienen más razón de lo que creen porque la subida del nivel de los océanos y la modificación del litoral son más rápidos de lo que pensábamos. Resulta que hasta los notarios deben indicar en las escrituras de compraventa de los inmuebles concernidos que se encuentran en zona sumergible y que ningún seguro cubrirá la inmersión marina de la propiedad adquirida.
La crisis sanitaria y el confinamiento, así como las subsiguientes crisis económica, social y democrática, acelerarán probablemente el proceso de concienciación que llevará a nuevos modos de vida menos consumistas y más enfocados en lo esencial: la calidad de vida a través de las relaciones, la salud, la cultura, la alimentación, la conexión con la naturaleza. Los seres humanos nacen con libre albedrío. Siempre podemos escoger, a pesar de lo que pensamos.
¿Crees que el druidismo, en su lucha por la preservación del medio ambiente, debería convertirse en una exigencia política o debería continuar su evolución al margen del sistema?
Los dos Grandes Druidas que he conocido han expresado su voz a nivel político, han participado en manifestaciones de índole social, medioambiental y cultural y han luchado contra la xenofobia, el racismo y la discriminación. La asociación Eau et rivières de Bretagne, la liga de protección de la naturaleza más antigua de Francia, desea reavivar el interés de los bretones por el agua como elemento cultural para promover su protección. Por lo tanto, dialoga públicamente con los druidas contemporáneos para explorar las aguas en su dimensión espiritual y simbólica.
En cuanto a la religión, cada uno es libre en la Gorsedd de creer o no creer en lo que sea. Sin embargo, en cada elección, el Gran Druida cuestiona y analiza los programas y planes de los candidatos para la sociedad bajo la perspectiva de los valores respaldados por el druidismo contemporáneo. Estas cuestiones políticas esenciales conciernen al medioambiente, la cultura, la sociedad y la democracia.
El druidismo ha sabido mantener un vínculo con el mundo del misterio, lejos de las ideologías masculinas (la economía capitalista y liberal, productivismo, competencia…). ¿Cómo podemos reconectarnos con esta esencia de lo femenino y volver a esta unidad de lo vivo?
Más bien habría hablado de ideol ogías patriarcales respaldadas por religiones monoteístas y por esa casi religión, que es el racionalismo, que apela solo a un hemisferio de nuestro cerebro, dejando el otro en barbecho. Hay científicos del pasado como Teilhard de Chardin 4, por ejemplo, cuyo pensamiento es a la vez infinitamente complejo, sutil, profundo y simple, que siempre se ha orientado hacia el amor, esa energía esencial que subyace en la actividad y unidad creativa del mundo. Hay científicos contemporáneos como Nassim Haramein 5que, desde los 9 años, estuvo desarrollando la base de una teoría unificada de la materia y de la energía, un universo inteligente y conectado que llama «el universo holofractográfico». Para estos dos científicos, la unidad se fundamenta en el equilibrio dinámico de lo femenino y lo masculino, del yin y del yang, de lo pasivo y de lo emisivo.
Este mundo del misterio y de la magia sigue siendo importante para las nuevas generaciones. Basta con observar los éxitos de Harry Potter y de las películas o series como Willow, Juegos de tronos, etc. Hay una necesidad de conectar con energías que nos superan. El mundo de los dioses y el mundo de los vivos no son el mundo de los ositos cariñosos.
No pretendo responder a la pregunta: ¿cuál es la esencia de lo femenino? Recordemos que en el siglo XIX lo eterno femenino era un hecho establecido, estamos en el siglo XXI y la cuestión es liberarnos de una supuesta naturaleza. ¿Pero quién define esta naturaleza femenina y con qué propósito? En el intervalo entre estos dos siglos, se ubica «El segundo sexo» de Simone de Beauvoir.
¿Cuál es tu mirada sobre la evolución de la condición de las mujeres?
Una cosa es segura: estamos inmersos en una nueva era de la humanidad, en una mutación antropológica de la cual la igualdad de los sexos es una propiedad eminente. La familia ha sido, a lo largo de la historia de la humanidad, la unidad básica de la sociedad y de su funcionamiento. La revolución actual es que la mujer se emancipa, con una sexualidad libre, precisamente porque la organización y estabilidad de la sociedad ya no radican en la familia. Las sociedades pueden ahora reproducirse y perpetuarse sin pasar por el vínculo familiar, con toda una serie de consecuencias que estamos descubriendo. Lo que vivimos es fascinante: el vínculo jerárquico entre hombres y mujeres, que en principio debería haber desaparecido durante la Revolución Francesa, se mantuvo como una norma institucional hasta la década de 1970, después de la revolución de mayo del 68.
La ruptura fundamental que observamos, hoy en día, en la vida cotidiana es la progresiva desexualización de la convivencia y la convergencia de géneros. Aunque quede un largo camino por recorrer, los cambios que se están produciendo son extremadamente rápidos. Sin embargo, debemos estar atentos porque este surgimiento de lo femenino preocupa a los que sostienen el viejo mundo que tiene miles de años.
Ignoramos o descuidamos esta inteligencia de los seres vivos. ¿Cómo podemos inspirarnos de ella para superar los desafíos de la transformación del mundo actual?
Cualquier proceso de cambio y transformación genera miedos e incluso tensiones. Es inevitable. No todos estamos al mismo nivel de sensibilidad a esta inteligencia. Esto es obvio para muchos, incluidos los científicos, pero alcanzamos rápidamente unos límites cuando abordamos la cuestión de la conciencia de los seres vivos. Obvio para algunos, impensable para otros. De manera práctica y con un enfoque pragmático, ya nos inspira la inteligencia de los seres vivos.
Hoy el biomimetismo está entrando en el mundo de la investigación y la empresa. El biomimetismo consiste en inspirarse en los seres vivos para innovar de forma sostenible. Este término proviene de bio que significa «vida» y mimesis que significa «imitar». El concepto fue actualizado en Estados Unidos por Janine Benuys 6 a finales de los años 90 y por Gauthier Chapelle 7, pero siempre ha existido.
Leonardo da Vinci se inspiró en el movimiento de las alas de los pájaros y los murciélagos en un intento de adaptarlo al hombre. Los descubrimientos sobre la organización de las sociedades animales y sobre las sociedades forestales también nos proporcionan información y ofrecen respuestas inspiradoras, inteligentes, a menudo benevolentes y resilientes que se pueden adaptar a nuestras sociedades humanas. Éstas son, por ejemplo, las observaciones de Peter Wohllebelen 8 compartidas en La vida secreta de los árboles.
En los últimos años, la toma de conciencia de los problemas ambientales ha sido a menudo paralizante y rara vez una fuente de propuestas de soluciones. Sin embargo, el biomimetismo brinda soluciones concretas y sostenibles a los desafíos a los que nos enfrentamos. La naturaleza dispone de los mecanismos más eficientes en la gestión de la complejidad: aprendamos a observarla e inspirarnos en ella, incluso para organizaciones como los estados y las empresas que nacen, viven y mueren.
¿Tiene el druidismo como misión final la de poner a los seres humanos en el lugar que les corresponde recordándoles que solo son un ser vivo entre otros?
Si pudiera definir lo que es la sabiduría del druidismo, diría que la conciencia de la Mónada, en cada uno de nosotros y en cada cosa creada y manifestada, nos devuelve a dos dimensiones. Lo infinitamente pequeño que es el Hombre frente al universo nos invita a la modestia y la humildad. Pero esta nada que somos es depositaria de una chispa del Todo. Y eso cambia todo sobre nuestra relación con nosotros mismos, con la vida, con los demás, con el tiempo y el espacio.
Nuestro lugar legítimo es donde estamos hoy. Somos parte de la gran sinfonía de la vida en la que cada nota singular es necesaria. Nuestro lugar justo nos llama a una cooperación pacífica y, por qué no, alegre con el Universo que comienza donde estamos hoy.
Notas/Notes
- Los Vedas significa «conocimiento» en sánscrito y los Upanishads son una subcategoría de Vedas, que interpretan la filosofía de los Vedas en un lenguaje claro y comprensible, preservando un cierto tono poético.
- Ingeniero agrónomo considerado como el fundador del movimiento ecologista francés.
- La escritura ogámica, Ogham u Ogum fue un sistema de signos alfabético utilizado para representar gráficamente los lenguajes irlandés y picto sobre monumentos pétreos, en su mayoría entre los años 400 y 600 de la E. C. (Wikipedia)
- Teilhard de Chardin Orcines (1 de mayo de 1881-Nueva York, 10 de abril de 1955) fue un religioso jesuita, paleontólogo y filósofo francés que aportó una visión muy particular de la evolución.
- Nacido en 1962 en Suiza, Nassim Haramein es un personaje polémico: científico multidisciplinar, historiador, filósofo y líder del proyecto Resonance.
- Janine M. Benyus, (en New Jersey – 1958), graduada de la universidad Rutgers, ha escrito seis libros sobre biomimética, incluyendo Biomimetismo: innovación inspirada por la naturaleza.
- Gauthier Chapelle es un ingeniero agrícola y biólogo belga nacido en 1968. Desarrolló el movimiento biomimético en Europa: «Los seres vivos como modelo».
- Peter Wohlleben es ingeniero forestal, experto en bosques y árboles y autor del libro La vida secreta de los árboles.
Pingback: ENTREVISTA A ARIANE BILHERAN. Educación y libertad versus mecanismos de manipulación a través del miedo. - Audrey Damas
Pingback: Entrevista a Luc Bigé. ¡En nombre de la ciencia, del sentido y de la conciencia ! - Audrey Damas
Pingback: Entrevista de Yumma Mudra: un viaje iniciático hacia lo sagrado a través de la danza (la Coresofía), del movimiento y de la sanación de la energía femenina. - Audrey Damas
Pingback: Reseña de «Los secretos de una druidesa. Sabiduría para nuestra vida cotidiana» de Mona Braz. - Audrey Damas